jueves, 6 de marzo de 2008

It's The End of The World As We Know It II

Ya se publicó el Ejercicio N° 8 de Metatextos y en esta ocasión el tema, como ya lo había mencionado antes, fue El Fin del Mundo. Ya había yo escrito algo relacionado con eso en Octubre de 2007, en aquella ocasión no se por qué se me ocurrió, pero la idea simplemente me llegó y la escribí. Ese texto llevaba por nombre "Paraíso" y tiene una temática apenas similar a la del texto que envié para el ejercicio de esta semana de Metatextos. También el que envié para el Ejercicio N° 1, cuyo tema fueron los "Zombies", tenía una tendencia apocalíptica; de hecho se titula "Apocalipsis 1.0"

Reproduzco a continuación el primer texto que envié al taller para el Ejercicio 8, pero que nunca llegó a publicarse porque no pasó mi edición tipo "Abogado del Diablo", no sin antes hacer una importante aclaración:

No tengo absolutamente nada en contra de la comunidad negra y/o africana. La idea me llegó mientras veía una película en la que salía África y unos paramilitares muy mal pedo y ps así se me ocurrió. Si hubiera estado viendo una de los Hnos. Almada, seguramente los protagonistas serían algunos sinaloenses malencarados y de armas tomar. Muchas gracias.

Aclaración N° 2
No tengo absolutamente nada en contra de los sinaloenses, por el contrario son gente a toda madre, pues tengo varios amigos y amigas provenientes de aquellos lares.

Aclaración N° 3
No tengo absolutamente nada en contra de los Hnos. Almada.

HADHI NINA
El General Azibo Kondo observaba las pantallas en su oficina en algún lugar de Zimbabwe a varios kilómetros bajo la tierra. Sus grandes ojos estaban atentos a los monitores que mostraban escenas de todo el Mundo: jóvenes bailando bajo la Torre Eiffel, abrazos y besos en la Puerta de Brandenburgo, una misa multitudinaria en el Vaticano y lo más impresionante: una sala llena de periodistas iluminada por los flashes que documentaban el momento captando a los dos personajes que se daban la mano. Las banderas israelíes y palestinas presenciaban, entre ensordecedores aplausos, la firma de una paz largamente buscada. El último resquicio de guerra en el mundo había sido finalmente conquistado.
El General Kondo dio una larga fumada a su habano y dejó que el humo se materializara frente a él. Sonrió al ver a un soldado de aspecto árabe arrojar su AK-47 al suelo mientras recibía una ovación y grandes lágrimas de alegría le surcaban el rostro. En ese momento el Coronel Mukantagara Mtume llamó a su puerta.

-Tikukwazisei- saludó respetuosamente Mtume.
-Kwaziwai- respondió el General.
-Está todo listo mi General.
-Excelente, Coronel- contestó Kondo con una voz ronca como el llamado del cocodrilo.

Ambos hombres se encaminaron a una gran sala en donde decenas de militares los esperaban. El General tomó la palabra:

-Es hora de elevar nuevamente a la Madre África al altar que se merece. Todos han olvidado de dónde vienen y hoy lo recordarán. La “paz” que trajeron al mundo no es más que otra forma de esclavitud. ¡No más!

Kondo y Mtume introdujeron un código en una computadora y al mismo tiempo oprimieron sendos botones. Millones de gargantas callaron simultáneamente, sorprendidas por el resplandor mientras muchos recordaron, sin saber por qué, que África fue la Cuna de la Humanidad, donde todo inició.
Y terminó.
El Satánico Dr. Iosephus
Pero, finalmente, terminé enviando otro texto completamente diferente a lo que había hecho en un principio pues lo modifiqué desde el título hasta los protagonistas. Se llama:

Giovanni Dilcanne, asistente personal del Papa, corría por los pasillos de la Santa Sede en dirección a los aposentos de su Santidad Nicolau I. Giró rápidamente en una de las esquinas y resbaló llevándose entre las piernas una figura invaluable que representaba a San Judas Tadeo.

-¡Figlio di…!- dijo antes de que la imagen cayera al santo suelo y se dividiera en cientos de santos pedazos. El hombre se levantó con un leve dolor en el santo trasero y continuó su carrera hacia las habitaciones papales.

-¡Su Santidad!- gritó- ¡Su Santidad! ¡Despierte!

Uno de los guardias suizos apostados fuera de la habitación pidió silencio, pero Giovanni no hizo caso; abrió las dos puertas del dormitorio y entró seguido de los alarmados guardias que no tenían idea de qué pasaba.

-¡Santidad! ¡Ha llegado la hora!

-¿Mmmm? No, todavía no. Es muy temprano. Regrese mañana.

-¡No! ¡Me refiero a LA HORA…! ¡El Final!

-”Se acerca ya, lo esperaré serenamente…”- canturreó Nicolao que gustaba de las canciones en español, mientras se acomodaba nuevamente para dormir.

-¡No!- gritó Dilcanne arrancando las sábanas de seda que cubrían al Pontífice y dejando al descubierto su mameluco con una cola roja puntiaguda pintada en la parte trasera- La Razón ha invadido al Mundo y los simpatizantes de la Ciencia quieren tomar el Vaticano.

-¿Qué?- dijo el Papa, incorporándose.

-Hay que aplicar el Plan de Escape.

-¡Hágalo!

Sonó una alarma y al momento, iglesias en todo el orbe entraron en alerta y, junto con la basílica de San Pedro, emprendieron el vuelo. Así, ante la mirada atónita de millones de personas, la raza de los Cath-O-Licks, huyó para intentar colonizar otro planeta no sin antes detonar miles de altares, destruyendo su fallido experimento de oscurantismo y superstición.

-“A mi manera”- cantó Nicolao sin poder ocultar cierto tonillo nostálgico.
El Satánico Dr. Iosephus

Espero que les guste y neta, en buen plan, no dejen de pasar por Metatextos para leer más historias relacionadas con el tema. Gracias.

Iosephus Dixit

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